jueves, 9 de septiembre de 2010

Realidad o sueño

Vi el otro día la película "Origen" (Inception en inglés). Sin ánimo de chafársela a nadie, la película utiliza muy bien la confusión entre sueño y realidad para crear una intensa atmósfera de tensión e intriga. Creo que es una buena película, y la recomiendo fervientemente. Esta confusión entre lo que es real y lo que no me ha dado que pensar estos días. A menudo percibo que hay personas que parecen vivir en una realidad paralela, distorsionada, un mundo imaginario que responde a leyes diferentes a las mías. El otro día, un desconocido Terry Jones se ha hecho famoso con su apología de la quema de coranes en Estados Unidos. No sé cuanta gente se ha hecho eco de las palabras de este "iluminado" que es hoy portada en la BBC. Todos están preocupadísimos por la arenga de Mr. Jones, incluso el mismísimo Obama ha salido en los medios a explicar las posibles consecuencias de una actitud tan temeraria. Y es que las reflexiones de este pastor protestante deben ser razonables para muchos representantes de la virtud que ven como demonios a quienes no piensan como ellos, y esto es preocupante. No hace mucho, esta  vez en mi querida España, otro señor incomprensible decidió resolver los conflictos entre diferentes comunidades con el lema "No queremos rumanos". Argumentan, los que le defienden, que no se puede permanecer impasible ante problemas tan graves. Es decir, nos acusan a los que no pensamos como ellos de no ver el problema.Y yo empiezo a dudar de si esto realidad, porque parecería que estos señores se han inventado unos enemigos inexistentes a los que derrotar (curiosamente débiles en esos lugares), para así no afrontar los verdaderos problemas. Mi percepción inicial es clara, la convivencia, los intereses de comunidades diferentes que comparten un espacio común, son problemas reales que hay que resolver, y no esconder inventando una realidad paralela para justificar su falta de voluntad, sus prejuicios o quizás sus intereses. Pero cuando esta realidad paralela cobra fuerza, es defendida y argumentada tenazmente, y sus seguidores se multiplican como una enfermedad contagiosa, es entonces cuando dudo de si todo esto es real o tan solo un sueño.

2 comentarios:

  1. Vamos, que se puede decir "EL sueño es vida", ¿no?

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  2. Qué pena, ese señor incomprensible es hoy alcalde de su localidad. ¿Será esta una enfermedad sin remedio?

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