viernes, 24 de septiembre de 2010

Fábula del caballo y la zanahoria

Imaginad al caballo que persigue la inalcanzable zanahoria que le ofrece su jinete. Como la situación no puede mantenerse eternamente, el jinete permitirá al caballo mordisquear de vez en cuando un poco de zanahoria. Efectivamente el pobre caballo tiene sus necesidades, y nuestro jinete no es ningún desalmado, Dios lo libre, además el caballo necesita de alimento para continuar cabalgando. Pero un día, el caballo decide protestar, rebelarse contra la situación que lo oprime, y le manifiesta al jinete su gran disconformidad, quiere más zanahorias.
El jinete convence al caballo de la gran dificultad de conseguir zanahorias, y decide que durante algunas temporadas que calificará como “prosperidad” le suministrará un mayor número de zanahorias del habitual, sin embargo durante otras temporadas que calificará como “escasez” el número de zanahorias será menor. Esta situación otorga al jinete un éxito mayor del esperado, a pesar de la premeditación de su plan. El caballo comerá con avidez sus zanahorias en épocas de prosperidad con el oscuro temor de que algún día puedan ser insuficientes, y en épocas de escasez añorará los tiempos en que las zanahorias eran frescas y abundantes con la esperanza de que no tarden en llegar. Entre tanto seguirá cabalgando según los designios de su jinete, sin percatarse de que su fuerza y vigor permitirían librarse de tan perniciosa compañía con tan solo un brinco, sin creer que existe un mundo lleno de múltiples hortalizas cuyo nombre jamás escucho pronunciar.


jueves, 16 de septiembre de 2010

Tea Party

Ando perplejo con las últimas noticicias que vienen de EEUU sobre la ascensión del Tea Party. Esta facción ultraconservadora del partido republicano aboga por las armas, la abstinencia sexual, el fin de los impuestos y la liquidación de todo el aparato estatal.

Ante el simplismo de su discurso, no me queda otra que responder desde mi aislado y desconocido blog con un clásico:

"Haz el amor y no la guerra"

Creo que todo está dicho.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Realidad o sueño

Vi el otro día la película "Origen" (Inception en inglés). Sin ánimo de chafársela a nadie, la película utiliza muy bien la confusión entre sueño y realidad para crear una intensa atmósfera de tensión e intriga. Creo que es una buena película, y la recomiendo fervientemente. Esta confusión entre lo que es real y lo que no me ha dado que pensar estos días. A menudo percibo que hay personas que parecen vivir en una realidad paralela, distorsionada, un mundo imaginario que responde a leyes diferentes a las mías. El otro día, un desconocido Terry Jones se ha hecho famoso con su apología de la quema de coranes en Estados Unidos. No sé cuanta gente se ha hecho eco de las palabras de este "iluminado" que es hoy portada en la BBC. Todos están preocupadísimos por la arenga de Mr. Jones, incluso el mismísimo Obama ha salido en los medios a explicar las posibles consecuencias de una actitud tan temeraria. Y es que las reflexiones de este pastor protestante deben ser razonables para muchos representantes de la virtud que ven como demonios a quienes no piensan como ellos, y esto es preocupante. No hace mucho, esta  vez en mi querida España, otro señor incomprensible decidió resolver los conflictos entre diferentes comunidades con el lema "No queremos rumanos". Argumentan, los que le defienden, que no se puede permanecer impasible ante problemas tan graves. Es decir, nos acusan a los que no pensamos como ellos de no ver el problema.Y yo empiezo a dudar de si esto realidad, porque parecería que estos señores se han inventado unos enemigos inexistentes a los que derrotar (curiosamente débiles en esos lugares), para así no afrontar los verdaderos problemas. Mi percepción inicial es clara, la convivencia, los intereses de comunidades diferentes que comparten un espacio común, son problemas reales que hay que resolver, y no esconder inventando una realidad paralela para justificar su falta de voluntad, sus prejuicios o quizás sus intereses. Pero cuando esta realidad paralela cobra fuerza, es defendida y argumentada tenazmente, y sus seguidores se multiplican como una enfermedad contagiosa, es entonces cuando dudo de si todo esto es real o tan solo un sueño.

martes, 7 de septiembre de 2010

Tropiezo en las nubes



Debe ser por mi tendencia a fantasear o a ilusionarme con las personas y situaciones que se cruzan en mi camino que cuando leí este poema de Miguel Hernández sentí que describía fielmente una parte de mí:

Enciende las dos puertas,
abre la lumbre.
No sé lo que me pasa
que tropiezo en las nubes.

Sea este bello poema un buen comienzo para mi primera experiencia en un blog. No prometo nada, ya sé que mi entusiamo es voluble, pero también es cierto que algunas pasiones, como la de escribir, han sobrevivido durante años. El tiempo saciará mi curiosidad.